Epístolas Surianas
(Carta a Héctor)
De Julio Ayala Carlos
FINALMENTE FUE EL GOBIERNO del estado, y más concretamente el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien decidió se pagara a los cinco mil 743 maestros fuera del Fone, porque el gobierno federal, el que encabeza Andrés Manuel López Obrador, simplemente se ha estado haciendo ganso en el asunto, a pesar de que es su responsabilidad hacerlo. Su falta de respuesta, simple y sencillamente lo muestra como tal: puro choro.
En efecto, tuvo que ser el gobierno del estado el que desembolsara recursos para pagar, de nueva cuenta, a los trabajadores de la educación, luego de que el gobierno de Andrés Manuel se ha desentendido de hacerlo, lo que además contradice el discurso y el compromiso del propio presidente de apoyar a la educación y a los maestros.
Es evidente que el Gobierno de López Obrador, simple y sencillamente no quiere pagar a los casi seis mil maestros fuera de la nómina que desde hace muchos años ha cubierto su salario el Gobierno federal, pues de ser lo contario lo hubiera hecho desde el mes de enero, de tal forma que al dejar de hacerlo, el Gobierno estatal ha tomado recursos de otros rubros para no dejarlos sin su ingreso, del que además dependen, al menos, 250 mil guerrerenses.
Es decir, no solo se trata de los cinco mil 743 trabajadores de la educación, a quienes el Gobierno federal se niega a pagar, sino también de sus familias, es decir, de los que dependen de ese salario, incluyendo los hijos del maestro o del trabajador administrativo, que en conjunto se calculan en al menos 250 mil guerrerenses, de tal forma que no pagarles representa un grave problema para el estado.
¿Qué hubiera pasado si el gobernador no hubiera ordenado el pago a los trabajadores fuera del Fone? La respuesta es más que vidente. Bloqueos a calles y avenidas, incluyendo la Costera Miguel Alemán, de Acapulco, bloqueos a las carreteras del estado, incluyendo la autopista del Sol. Toma de edificios públicos y plantones en las plazas públicas, y en consecuencia, la paralización del estado.
Quizá, sin duda, eso es lo que quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador para Guerrero. Quizá busca desestabilizar al estado, para que después, como ocurrió en Michoacán, aparezca como el gran salvador y se crea que es el único que puede resolver los problemas. O quizá, también, tiene odio en contra de los guerrerenses, a pesar de que en la elección del año pasado, la mayoría votó a favor der su candidatura.
Hay que decirlo. El principal discurso del hoy presidente de la República es primero los pobres. Sin embargo, más allá del choro, de la grilla barata, no se ven acciones contundentes que vayan a mejorar las condiciones de la inmensa mayoría de los mexicanos. Vamos! Ni siquiera puede pagar el salario de los maestros que están fuera del llamado Fone, sencillamente porque no quiere, pues los recursos, ciertamente existen.
Es decir, lo suyo lo suyo es el choro.
Comentarios: julio651220@hotmail.com 
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